miércoles, 6 de junio de 2007

El Hijo de la Luna


Jacinto miraba todas las noches la luna. Era como un capricho que descansaba durante la luna nueva... y siempre había sido asi, desde que era niño. Ahora, siendo un hombre recio y maduro era una obsesión.

Una noche no apareció la luna, si no, una hermosa mujer de negros cabellos, piel pálida y brillantes ojos como estrellas... era como un sueño, pero no. Extendió la mano y la mujer se acercó y le sonrió. La llamó Selene y la hizo su esposa

El pueblo no veia con buenos ojos a la forastera, especialmente la curandera Isabel, quien siempre deseo ser la mujer de Jacinto. Pero nadie hizo nada, solo murmurar a espaldas de las mujeres, comentando su situación.

Pasó el tiempo y Selene tuvo un hijo, muy parecido a ella. Le llamaron Jerónimo. Por esos días comenzaron los terribles asesinatos en el pueblo y la intranquilidad en la mente de Jacinto. Unos decían que eran bandoleros, otros decían que era el nahual, otros decían que eran los espíritus del panteón... Pero Isabel miraba los ojos aterrados de Jacinto y notaba un secreto oculto.

En la iglesia fue que se encontraron, Jacinto dejó entrever largas ausencias de Selene por las noches y un comportamiento extraño en Jerónimo, Se sentía enloquecer. Isabel sospechaba que Selene era la asesina y con las palabras de Jacinto de alguna forma supo que tenia razón.

Una noche la siguieron sin que nada pasara. Sola con su hijo en brazos, Selene recorría los campos hasta que salía el sol y regresaba a casa. Dos, tres, cinco noches y en la séptima hubo luna nueva... y en la oscuridad, la vieron matar a un hombre y a Jacinto comer el corazón. Aterrados huyeron de ahí.

En la choza de Isabel, Jacinto observaba la extraña invocación de ésta a sus deidades. Estaba somnoliento y cabeceaba a ratos, hasta que la palabra “eclipse” brotó de los labios de Isabel. Tenían que matar a Selene en el eclipse lunar de esa misma noche, cuando se debilitara el poder de Selene, siendo Jacinto la carnada.

Jacinto insistió a su mujer a dar su paseo juntos con el pequeño Jerónimo. Selene le miró desconfiada pero aceptó. Después de caminar un trecho, la ausencia de la luna la puso ansiosa y atacó a su marido. Isabel salió de un arbusto y le clavó un cuchillo. En ese instante, Selene grita adolorida, un vapor blanco sale de su boca hasta que se desvanecerse por completo. A Jerónimo nunca le encontraron, pero dicen las historias que se escondió cerca, ahora solo ataca animales y alguno que otro ingenuo que se pierde por ahí.

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M.G. De los Reyes
25 de Junio de 2005

Amanecer

David era un niño de 10 años, estaba de vacaciones y muy contento. Sus papás lo habían llevado a él y a su hermana Lorenza a acampar en la playa. Habían hecho una fogata y se habían quedado cantando a la luz de la luna hasta que el sueño los venció.

Fue el primero en despertar, se acercó a la playa y se sentó a contemplar la salida del sol. Todavía el cielo estaba oscuro, pero poco a poco cambiaba de tono, del azul marino a un tono violeta; del violeta a un azul gris; de azul gris a un azul claro... hasta que poco a poco el azul claro se vio salpicado de tintes verdosos, rojizos y dorados en las nubes. David estaba fascinado viendo como el sol aparecía sobre el mar y poco a poco lo hacía cerrar su ojos para no lastimarse. Era un momento en el que se sentía tranquilo y muy feliz. Cerró sus ojos y comenzó a sentir la calidez del sol en su rostro y el aire acariciando su cara. Sonrió y respiró profundamente para grabar los colores en su memoria.

Alguien le salpicó la cara con agua, abrió sus ojos pensando que sería Lorenza invitándolo a jugar, pero no era Lorenza, era un extraño personaje. Mediría como unos 30 centímetros, tenía cara de oso hormiguero, de color azul con ojos amarillos y mejillas naranjas; orejas como de conejo de color morado y bolitas verdes y brillantes, cuerpo de pollo, amarillo con rayitas rojas; patitas de perro naranjas y cola de pavorreal, cada pluma con los colores del arco iris. David lo miro un tanto extrañado, se frotó los ojos y contó hasta cinco, cuando abrió los ojos la criatura todavía seguía frente a él, quien lo miraba con curiosidad y parecía sonreír y invitándolo a seguirlo. David se puso de pie y lo siguió al mar. Se le hizo raro que adentro del agua pudiera respirar y no se sintiera mojado. Nadaron hasta unos arrecifes de coral morados y entraron por una rendija.

David se quedó sorprendido, había una sirena de cola verde y cabello negro atrapada en una red que pedía ayuda para salir. Se acercó y comenzó a desbaratar la red hasta que la sirena quedó libre. Ella le sonrió y aleteó feliz. Lo miró enigmáticamente y le entregó una almeja roja, indicándole que lo abriera cuando llegara a la superficie. Fue entonces que el niño se dio cuenta que no podía respirar y trató de nadar rápidamente para salir de ahí, pero no podía, poco a poco todo se ponía negro, quería gritar y no podía...

No podía gritar porque su hermanita Lorenza le había tapado la boca en vez de tapar sus ojos cuando lo quiso sorprender por la espalda. David abrió sus ojos y sonrió, quiso arrojarle arena a su hermana y se dio cuenta que tenía la almeja roja en la mano. Intrigado la agitó sintiendo algo dentro y la abrió. Quedó maravillado de ver una perla adentro con los colores que tanto disfrutó mientras veía salir el sol. Miró al horizonte sobre el mar y le pareció ver por un momento al extraño ser de colores que lo llevara a liberar a la sirena. Después de todo, no había sido un sueño.


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M.G. De los Reyes
26 de Noviembre de 2004

La Maldición de Rosetta

La Maldición de Rosetta

No sé bien como empezó todo esto... es una pesadilla.

Tengo la misión de traducir unas inscripciones extrañas que aparecieron en la piedra Rosetta al ser expuesta a radiaciones del más reciente elemento añadido a la tabla periódica, el Spearsio. Este metal fue llamado así en honor a la última novia del físico Kevin Federline que lo halló, Britney Spears.

Lo curioso del caso es que mi contacto me citó en un cine, me entregaría la piedra Rosetta dentro de la sala, mientras esperamos que se llene de gente, esto es con la finalidad de alejar la atención de los medios y fuerzas de seguridad que andan tras la piedra Rosetta. No sé bien porque tanta alharaca, solo es una piedra con valor inestimable para nosotros los arqueólogos. Cuando recibo la piedra la siento hueca, manipulándola un poco logro abrirla... lo que veo dentro me deja desconcertada. Es el cadáver de un gato gris., sin edad aparente feamente rasguñado... es más me parece que cortado transversalmente en tres.... que curioso.

Al salir de la función algo sucede que me da por alucinar, es como cuando mi primo fuma mota y a mi me toca el efecto. Llego a mi taller y verdaderamente creo que ya estoy loca, veo mi zip ser rebanado por mi cutter, mi quemador da vueltas a mi alrededor... y ya no soy capaz de recordar nada, mi mente está en blanco.

¡Es terrible! ¿Dónde chingados estoy ahora? Y además mi cabeza me duele demasiado, mirando a mi alrededor es una habitación sucia... hay sangre en las paredes, es amplia, muy iluminada y blanca, sin muebles ni ventanas, solo una puerta cerrada... ¿Tan mal quedé? ¿ya estoy en la casa de la risa? ¿o es el refri de una carnicería? Porque el frío está tremendo... Lo que me sorprende es que acá está esa chamaquita, Britney Spears... ¿he caído en un reality show gringo? ¡chispas! Pero la Spears está muy agresiva... hacha en mano, veo que se acerca a mí, retrocedo y tropiezo con más cadáveres de gatos descuartizados... y humanos... ¿Qué pasó? Que alguien me explique, porque esta tipa me está atacando... ¡cuánto dolor! Ya me siento débil.. ¿es este el fin?

Cuando desperté, tenía mi osito de peluche encima y el cuello torcido...
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M.G. De los Reyes
21 de Mayo de 2005